Una cachetada de realidad se llevó ayer el Asem en su debut. Nadie dijo que la primera división en este torneo clausura fuese a ser fácil pero, el espectáculo exhibido ayer fue ciertamente lamentable le duela a quien le duela. Una vez más la afición respondió para ver a su equipo en ese horario tan sacrificado y además en un día en el que el tiempo no acompañó.
Desde luego el equipo no dio en ningún momento de todo el encuentro la talla y la calidad en el juego que se esperaba de él. Podría achacarse a algún tipo de relajación debida a las innumerables y abultadas victorias cosechadas en jornadas anteriores, pudiendo producir un efecto de suficiencia en los jugadores que no los hizo rendir al nivel. No lo achacaría a un mal estado de forma pues no es que se vise excesivamente cansado a ninguno de sus miembros, sencillamente, no lo lucharon como debieron.
La presión no fue la debida cuando se jugaba sin balón y los acompañamientos al compañero eran inexistentes. Esto sumado a la constante presión del rival, hicieron que los jugadores del Asem no consiguieran dar ni cuatro pases seguidos durante TODO el encuentro.
Tras un partido tan malo sería un poco duro hacer una valoración por líneas como en otros encuentros. Sí diré que el único con el que no parecía ir la película fue Héctor que: luchó, presionó, tiró, robó y todo lo que acabe en ó acentuada. Danifelix quizás tampoco estuvo del todo mal y fue bastante contundente en defensa pero el solo no pudo contra las arremetidas del rival por lo que, se puede decir, que se echo en falta en la línea defensiva la ausencia de Cabeza curiosa. El resto, sencillamente no estuvo en el partido de ayer.
Faltó entrega y sobretodo la casta de otros partidos en los que pese a ir perdiendo se sacaban fuerzas y se creía en una posible remontada.
El rival, analizando jugador a jugador, casi se podía resumir en la calidad individual del amigo Mario, sumado a la presión constante del resto del conjunto. Pero viendo a su jugador número 12 que la grada bautizó de manera espontanea Gento y su número 4, que la última vez que pisó un Gimnasio las pesas eran de bola en vez de disco, es casi incomprensible la derrota.
Importante mención tiene una de las tarjetas vistas ayer y es la de Josué, que podría dejar al equipo sin portero para el próximo encuentro.
Por suerte es solo la primera jornada y puede ser algo positivo para que los muchachos del Asem reaccionen a tiempo de no caer en una dinámica perdedora que nadie espera. Ánimo y suerte para el próximo.
PD: Quizás sea algo destructiva esta crítica pero, visto lo visto ayer, de verdad que estoy siendo suave.
